quarta-feira, setembro 24, 2008

“La poesía es inútil para la sociedad del espectáculo”


Entrevista: Rodolfo Alonso/Escritor

“La poesía es inútil para la sociedad del espectáculo”

El poeta y traductor argentino que participará en el Encuentro Internacional de Escritores habla para MILENIO Diario de Monterrey de su relación con la literatura mexicana.

Escritor, editor y traductor argentino (Buenos Aires, 1934). Es una de las voces más reconocidas de la poesía latinoamericana contemporánea. Fue el más joven de la legendaria revista de vanguardia Poesía Buenos Aires. Es autor de más de 25 libros. Fue el primer traductor de Pessoa en América Latina. Ha traducido al español a Ungaretti, Duras, Pavese, Éluard, Drummond de Andrade, Apollinaire, Pasolini, Manuel Bandeira, Baudelaire, Valéry, Mallarmé, entre otros.

Alonso es traductor del libro Poesía en general, publicado recientemente por Alforja y la Dirección de Publicaciones de la UANL. Invitado por Conarte, participará en el Encuentro Internacional de Escritores a realizarse en Monterrey del 1º al 4 de octubre. Antes, el lunes 30, participará como comentarista del libro Réquiem del poeta brasileño Lêdo Ivo, a las 20:00 en el vestíbulo del ex Palacio Federal.

¿Cómo te vinculaste con la literatura mexicana?

¿Y cómo hubiera podido no vincularme, cómo hubiera podido intentar considerarme latinoamericano sin haber conocido lo que se ha escrito en México? Desde muy joven también tuve la suerte de ser fraternalmente acogido en legendarias publicaciones como El Corno Emplumado, la Revista Mexicana de Literatura.

¿Qué imágenes pasaban por tu cabeza mientras traducías a Lêdo Ivo?

Traducir poesía resultó siempre para mí, y sin habérmelo propuesto, casi como una operación alquímica. De algún modo, para nada apenas racional, uno debe dejarse convertir en el otro, ser el otro, hacer realidad palpable y concreta aquel `Yo es Otro’ con que Rimbaud nos iluminó siendo casi un niño al escribir su célebre Carta del Vidente. De modo que cuando me entregué a traducir a Lêdo no tenía otras imágenes que las palpables y concretas encarnadas en la lengua de Lêdo Ivo que yo debía dejar fluir a través mío, por mi propia lengua.

Has incursionado en la poesía, la narrativa, la traducción y el ensayo, ¿en qué género te mueves como pez en el agua?

La poesía siempre me ha colmado a la vez de fraternidad y de exigencia, de dolores de parto y de goces momentáneos, pasajeros pero, al mismo tiempo, capaces de reiteración. Y me refiero a la poesía en todas sus formas, a la poesía que no es apenas un género literario sino, como bien dijo Tristán Tzara, “una manera de vivir”. A la poesía, que no se acota en su escritura o en su traducción, sino que fluye también en toda prosa que no sea prosaica, menor, banal, opaca.

¿Los escritores salvan el idioma o lo contaminan?

Una y otra cosa. Y casi nunca voluntariamente. A veces incluso lo salvan al contaminarlo. De todos modos que quede bien claro que no creo de ninguna manera en un poder peculiar o superior de los escribas sino que, por el contrario, como no me canso de decir, la lengua viva sólo puede venir de abajo, del humus mismo de la vida, orgánica, seminal. Y es más, me parece del todo evidente que nunca hubo una gran poesía, por más supuestamente elitista, cultivada o cortesana que pareciese, que no estuviese ineludible y hasta secretamente unida, por oscuros meandros, con una gran lengua viva hablada por un pueblo, por una comunidad.

¿No te parece que hay mucha violencia en el mundo, qué papel juega la poesía ante esto?

De nada le sirve a un humillado, a un torturado, a un saqueado, que hoy algún poeta lo denuncie, lo convierta en tema. Pero, y misteriosamente al mismo tiempo, esas palabras contagiosas y vivas, vivas y solitarias, solitarias y solidarias, son la evidencia indestructible de que la violencia no perdurará.

¿Los lectores de poesía se hacen cada vez más invisibles?

¿Y es que acaso no lo fueron siempre? La poesía no necesita que se compre su último modelo: una línea indeleble de poesía viva en la memoria es suficiente para toda la vida. La poesía es inútil para la sociedad de mercado, para la sociedad del espectáculo.
Margarito Cuéllar
FONTE (photo include): Milenio Monterrey - Monterrey,Nuevo León,Mexico

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