quarta-feira, abril 30, 2008

Miguel Ángel Bustos. El poeta y el silencio.

Miguel Ángel Bustos. El poeta y el silencio.
Gabriela Bruch
‘…escribo para que me sea dado el Silencio’.
M. A. Bustos
Si tomamos del diccionario, la definición de la palabra silencio, veremos que nos encontramos con varias acepciones: abstención de hablar, falta de ruido, pausa.
Abstención de hablar debido a una muerte no buscada, pausa entre esa voz que muere y esa voz que vive, para siempre, en y desde la poesía.
También está el silencio que el hombre busca para hallarse a sí mismo, desde los múltiples laberintos de la palabra.
Miguel Ángel Bustos quiso ser acallado por la última dictadura militar argentina, cuando lo desaparece en el año 1976, cosa que en parte, se ha conseguido. Resulta
muy difícil hallar material bibliográfico sobre él, no se encuentran sus obras en las bibliotecas populares.
De todos modos, gracias a la tarea de su amigo Alberto Szpunberg, podemos volver a escuchar su voz poética en este mundo devastado por la barbarie.
Szpunberg realizó una antología con poemas éditos e inéditos de este autor, ‘Despedida de los ángeles’, editada por Libros de Tierra Firme en Buenos Aires, en el año 1998. Esta antología comprende poesía inédita escrita entre los años 1959 y 1962, el libro ‘Cuatro murales’ que data del año 1957, ‘Corazón de piel afuera’ escrito en 1959, ‘Fragmentos fantásticos’ del año 1965, ‘Visión de los hijos del mal’, del año 1967 y por último ‘El Himalaya o la moral de los pájaros’, escrito y publicado en 1970.
De la reseña biobibliográfica realizada por su hijo Emiliano, podemos extraer que Miguel Ángel Bustos nace en Buenos Aires en 1932, siendo el primero de cuatro hermanos. Es su abuelo materno quien lo aproxima a los libros y a la poesía.
En el año 1951 termina sus estudios secundarios entre los años 52 y 56 desarrolla su pasión por los idiomas. Estudia inglés, francés, portugués e italiano. También cursa la carrera de Filosofía y Letras hasta tercer año.
En el año 1957, publica su primer libro ‘Cuatro murales’.
Entre los años 1960 y 1963 realiza un extenso viaje por el norte de Argentina y también por Brasil, Bolivia y Perú.
En 1964 regresa a Buenos Aires, tiene un fugaz casamiento y luego una internación de casi un año en el Hospital Neuropsiquiátrico ‘José T. Borda’. Allí conoce a otro gran poeta argentino: Jacobo Fijman.
En los años 66 y 67, el dibujo comienza a ocupar un espacio tan importante como el de la poesía, tanto que cuatro de sus libros están ilustrados por él.
Conoce a Leopoldo Marechal a quien llama su maestro. Es Marechal quien prologa en 1967, ‘Visión de los hijos del mal’. Ese mismo año conoce a una artista plástica, Alba, quién será su mujer.
En 1970 publica su libro ‘El Himalaya…’ con dinero obtenido de una beca otorgada por el Fondo Nacional de las Artes. Luego se dedica a la cr´tica literaria, trabaja para diarios y revistas de actualidad.
En el año 1972, nace Emiliano, su único hijo, quién ilustra la tapa de ‘Despedida de los ángeles’, con su obra ‘hombre con pájaro en la cabeza’.
También da clases en la Facultad de Filosofía y Letras y estudia rumano, siguiendo con su pasión por los idiomas.
En 1976, uno de los años más oscuros de la historia argentina, un grupo paramilitar lo secuestra de su propia casa y Miguel Ángel pasa a engrosar la tristemente célebre lista de 30.000 desaparecidos.
En sus poemas podemos escuchar esta voz que perdura a través del tiempo, el olvido y la muerte.
Palabra aún no usada
No he usado
muchas flores
palabras
como encía pelvis
planta rampa luminal.
que no necesité
no comí
no me calenté con ellas.
Pero
si llevara
la palabra mierda
junto a un cuerpo sangriento
sola
sin saber
sería triste
humana
hasta dónde más.
[Poesía inédita, 1960.]
Sueño quebrado
Sueño quebrado
levántate y anda
Marcha de mi frente
abre mi tierra.
Levanta
ruda muralla de niños
al dólar de fuego y zarpa de balas.
Vuelve
joven enamorado del agua
al mordido corazón rebelde,
abraza y besa prieto hasta la llama
pedernal de lágrimas,
mi corazón
clavado a pico de sangre
en las vigilias desnudas de mi cuerpo.
[de Corazón de piel afuera, 1956.]
I.
Afuera oigo la lluvia, adentro siento la lluvia. Mi cuerpo de barro se deshace.
[de Visión de los hijos del mal,1967.]
Monte silencio del Verbo
‘… Ah, día de los días, patria salvaje, inocente eternidad. Cielo de quietud, bello abismo: mañana del Verbo. Fui en aquel sin tiempo, un perpetuo amanecer y pasé la celeste muralla; región de banderas y soles llevados por dioses; crucé su puente en llamas , encarnación de las niñas, dejé la mañana y entré en la Noche del Verbo’.

[de El Himalaya o la moral de los pájaros, 1970.]
‘Ni el crimen más alevoso ni quienes lo han bendecido con el indulto o el mísero olvido o la posmodernidad más frívola, conseguirán detenerlo’ Alberto Szpunberg.
Vaya para Miguel Ángel, este humilde homenaje

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