terça-feira, dezembro 09, 2008

Poesía urbana


09 de Diciembre de 2008 Begoña Gómez
Poesía urbana
De entre todos los alegres desastres que nos procura la arquitectura pública contemporánea, el subgénero que se lleva la palma es la construcción memorial. Berlín develó en 2005 su monumento a las víctimas judías del Holocausto: 2.711 bloques de cemento, ocupando el tamaño de tres campos de fútbol detrás de la puerta de Brandemburgo. Su creador, Peter Eisenman, dijo que su intención era inspirar "soledad, desprotección y desesperanza". ¿Un castigo visual a los berlineses por lo que pudieran haber hecho sus antepasados? Algunos turistas que tomaron la ciudad durante el Mundial quisieron interactuar con la instalación utilizándola como urinario. Londres pasó de la histeria post mórtem en la que se habló de rebautizar Heathrow como "Aeropuerto Diana de Gales" a dedicar a la princesa muerta una discreta fuente en Hyde Park pensada para que chapoteas en los niños. Algunos de los chapoteantes sufrieron lesiones en su primer fin de semana y el uso de la fuente tuvo que repensarse
En Omagh, Irlanda del Norte, también tardaron más de 10 años en levantar un monumento a las 31 víctimas del atentado más sangriento del IRA. El montaje consiste en un obelisco de vidrio con un corazón tallado en el medio (un detalle muy Swarovski por parte del artista) y 31 espejos que se reflejan en el centro exacto del corazón... sólo cuando luce el sol. Los habitantes de la lluviosa Omagh no recuerdan un día completo de sol desde un lejano verano a principios de los noventa. Pero esperarán 10 años más si hace falta.

FONTE: ADN.es - Spain

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