MIRIAM REYES ESCRITORA
«Las mujeres tienen una vivencia del cuerpo más rica y más compleja»
La autora presenta hoy su nuevo libro, 'Desalojos', en los premios del Ateneo Riojano
15.12.08 -
DIEGO MARÍN A.
LOGROÑO
«Las mujeres tienen una vivencia del cuerpo más rica y más compleja»
La autora presenta hoy su nuevo libro, 'Desalojos', en los premios del Ateneo Riojano
15.12.08 -
DIEGO MARÍN A.
LOGROÑO
Miriam Reyes es una de las voces más sensuales de la poesía actual. Nacida en Orense en 1974, ha vivido en Venezuela, Holanda, Zaragoza y, actualmente, en Barcelona. Se dio ha conocer mediante la antología poética Feroces (1998) y, tras ella, ha publicado los libros Espejo negro y Bella durmiente, obra que fue finalista del Premio Hiperión. Hoy, a las 20.00 horas, presenta en el Ateneo Riojano sus nuevos poemas de Desalojos (Hiperión, 2008) durante el acto de entrega del VIII Premio de Poesía Ateneo Riojano.
- No. Lo que hay es una poesía escrita desde el cuerpo, que reflexiona sobre él, que lo toma como materia de investigación y como centro de aprendizaje. En la mayoría de los casos (no siempre) esta poesía es escrita por mujeres. Y es natural que sea así porque las mujeres tienen una vivencia del cuerpo más rica y compleja que la de los hombres, pero no todas las mujeres están interesadas en tal materia de estudio. Por cierto, sospecho que seguir hablando de «poesía femenina» es un síntoma de que todavía no se ve con igualdad y normalidad la obra de una mujer. Todavía es «lo diferente», lo marcado genéricamente, a diferencia del hombre, que representa la norma.
- No, la crítica y la sensualidad son matices de mi mirada. La escritura es una necesidad, una enfermedad congénita e infecciosa. Necesito la escritura para entender el mundo y entenderme. O, mejor dicho, para intentarlo.
- Si supiera cuál de todos mis yos es mi propio yo, podría responder a esta pregunta. Lo que escribo es parte de mí, como todo lo que hago. En todo lo que hacemos y vivimos siempre hay algo de nosotros y, al mismo tiempo, nuestras acciones y nuestras experiencias también 'nos hacen'.
- La voz dramática pasa de ser sujeto del poema a ser testigo de un acontecimiento, forma parte de un 'nosotros', aunque también haya un yo. La reflexión ya no parte de la propia identidad sino de la identidad familiar, es un libro que explora vínculos y roles diferentes de los que exploraba en Espejo negro y Bella durmiente.
- Quizás esa es una pregunta que debería responder la antologadora, aunque sí que hay ferocidad en mis primeros poemas, la ferocidad propia de la juventud.
- Mi interés por trabajar creativamente con la imagen fue lo que me llevó a pensar que el diseño gráfico podía ser una buena profesión para mí. El vídeo surge como otra escritura del poema, a partir de un lenguaje diferente: el audiovisual.
- La mujer es una constante en su obra poética, ¿cree en la «poesía femenina»?
- No. Lo que hay es una poesía escrita desde el cuerpo, que reflexiona sobre él, que lo toma como materia de investigación y como centro de aprendizaje. En la mayoría de los casos (no siempre) esta poesía es escrita por mujeres. Y es natural que sea así porque las mujeres tienen una vivencia del cuerpo más rica y compleja que la de los hombres, pero no todas las mujeres están interesadas en tal materia de estudio. Por cierto, sospecho que seguir hablando de «poesía femenina» es un síntoma de que todavía no se ve con igualdad y normalidad la obra de una mujer. Todavía es «lo diferente», lo marcado genéricamente, a diferencia del hombre, que representa la norma.
- Hay crítica y sensualidad en sus versos, ¿es ésa su motivación para escribir?
- No, la crítica y la sensualidad son matices de mi mirada. La escritura es una necesidad, una enfermedad congénita e infecciosa. Necesito la escritura para entender el mundo y entenderme. O, mejor dicho, para intentarlo.
- Su yo poético, sobre todo en 'Bella durmiente' está muy atormentado, pero a veces es pícaro. ¿Cuánto de su yo propio hay en su obra?
- Si supiera cuál de todos mis yos es mi propio yo, podría responder a esta pregunta. Lo que escribo es parte de mí, como todo lo que hago. En todo lo que hacemos y vivimos siempre hay algo de nosotros y, al mismo tiempo, nuestras acciones y nuestras experiencias también 'nos hacen'.
- Parecen poemas dramáticos pero en 'Desalojos' afirma que hay un cambio, y que en él se desprende del humor. ¿Cuál es ese cambio?
- La voz dramática pasa de ser sujeto del poema a ser testigo de un acontecimiento, forma parte de un 'nosotros', aunque también haya un yo. La reflexión ya no parte de la propia identidad sino de la identidad familiar, es un libro que explora vínculos y roles diferentes de los que exploraba en Espejo negro y Bella durmiente.
- A los 24 años fue incluida en la antología 'Feroces', cuando aún no había publicado ninguno de sus tres libros. Pero usted, de 'feroz', no parece tener nada.
- Quizás esa es una pregunta que debería responder la antologadora, aunque sí que hay ferocidad en mis primeros poemas, la ferocidad propia de la juventud.
- Su trabajo como diseñadora gráfica ha facilitado que también tenga una vertiente como videopoeta. ¿Con qué diferencia concibe los videopoemas?
- Mi interés por trabajar creativamente con la imagen fue lo que me llevó a pensar que el diseño gráfico podía ser una buena profesión para mí. El vídeo surge como otra escritura del poema, a partir de un lenguaje diferente: el audiovisual.
FONTE (foto incluída): La Rioja - Logroño,La Rioja,Spain
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