terça-feira, novembro 25, 2008

Homenaje a la palabra en libertad


REPORTAJE
Homenaje a la palabra en libertad
Personalidades del mundo de la cultura evocan el poder de los versos en la presentación de la colección de libros de grandes poetas de EL PAÍS
T. CONSTENLA / C. ETHEL - Madrid - 18/11/2008


El recital de ayer, conducido por la periodista Concha García Campoy, fue un aperitivo de la colección. Y la colección puede convertirse en un trampolín hacia la poesía. "El lector es quien justifica la literatura. Cada esfuerzo por aumentar nuestra capacidad lectora merece alabanzas", señaló Caballero Bonald, director de esta antología, que destacó que por vez primera un periódico español se comprometa con la difusión de la poesía. Las obras han sido escogidas por un equipo de seis personas. Y como sucede en todas las selecciones, advirtió, resultó "difícil, compleja y debatible". "Prescindir de seis o siete poetas esenciales supone un sacrificio", lamentó.
Pero los treinta elegidos son de los grandes. Junto a las noticias sobre el interminable seísmo financiero y el enésimo atentado en Irak, el lector encontrará versos que ya han hecho historia literaria, versos como "últimas voluntades". Como éste de Gil de Biedma: "Por lo visto es posible declararse hombre. / Por lo visto es posible decir no". O este otro de Ángel González: "Yo sé que existo porque tú me imaginas".
A Gil de Biedma lo interpretó ayer Ana Belén. Pero también Joaquín Sabina. El cantautor jugó duro con su primera elección: el poema Contra Jaime Gil de Biedma, un ejercicio de amarga autocrítica, un exabrupto existencial que va como anillo al dedo a la voz y a la biografía de Sabina. Antes de abrir su libro en el escenario, el cantautor explicaba en el camerino que había elegido a Gil de Biedma porque a través de su obra "puede engancharse a gente que no le gusta la poesía".
Para Víctor Manuel, el poeta Ángel González es "un imprescindible". Dos asturianos frente a frente. Con la voz que popularizó temas como Sólo pienso en ti, leyó Muerte en el olvido. Pero no fue el único que le abrazó. También el músico canario Pedro Guerra recurrió al poeta y recitó Me basta así. Entre los asistentes al acto se encontraban Susana Rivera y Sabina de la Cruz, las viudas de los poetas Ángel González y Blas de Otero, respectivamente; el ex ministro de Cultura Jorge Semprún; varios rectores como Juan Gimeno (UNED) o Carlos Berzosa (Complutense); cineastas como Vicente Aranda; escritoras como Clara Sánchez; políticos como el socialista Rafael Simancas, y directivos del Grupo Prisa, como Manuel Polanco.
En una antología de los mejores (que se venderá los miércoles a 8,95 euros cada entrega) no podía faltar Antonio Machado, el poeta que nació en el palacio de Dueñas de Sevilla y murió en la crudeza del exilio francés tras la Guerra Civil. En el prólogo de esta obra, el filósofo Emilio Lledó escribe que la voz del poeta "hace resonar la historia del país al que querríamos pertenecer". Sobre el escenario de ayer, resonó la voz de Juan Echanove mientras declamaba Soledades y su homenaje a Soria, la tierra de su esposa Leonor.
Hubo más emparejamientos. Blanca Marsillach con Luis Cernuda. Pedro Guerra con José Ángel Valente. O Juan Echanove con José Hierro. El colofón fue un Alberti pícaro, que permitió a Aitana Sánchez Gijón y Juan Diego Botto subir la temperatura con el tentador juego entre un clérigo y una dama poco castos en el poema Con la condición.Caballero Bonald: "El lector es quien justifica la literatura"

FONTE (photo include): El País (España) - Madrid,Spain

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