terça-feira, abril 07, 2009

Jorge Guillén por Francisco Arias Solís




“Que los muertos entierren a sus muertos,
Jamás a la esperanza.”

Jorge Guillén.


LA VOZ DE LA POESIA PURA


“El mismo Valery me lo repetía –escribe Jorge Guillén-, una vez más, cierta mañana en la rue de Villejust. Poesía pura es todo lo que permanece en el poema, después de haber eliminado todo lo que no es poesía. Pura es igual a simple, químicamente”. La simplicidad de esta actitud poética en el complejo mundo moderno parece un descubrimiento. Históricamente esta poesía es la que realiza mejor que ninguna la restauración del concepto íntegro de lo poético. También merecería atención el lenguaje poético guilleniano, de maestría y perfección sin par y que logra una distinción expresiva donde se reúnen lo clásico y lo moderno. Y como decía Pedro Salinas: “Creeremos siempre que el valor máximo de su poesía es representar la conciencia poética más clara, más luminosa , exacta y profunda que hace mucho tiempo ofrece nuestra lírica”.
Jorge Guillén Álvarez nace en Valladolid el 18 de enero de 1893. Realiza sus estudios primarios en la academia de don Valentín Alonso. En 1909 termina su bachillerato en el Instituto Zorrilla. Su padre le envía al internado suizo de Friburgo, donde aprende francés. Cursó Filosofía y Letras en Madrid y Granada. Fue uno de los primeros inquilinos de la Residencia de Estudiantes. Estancias en Suiza, Alemania e Italia. En 1917 consigue su primer empleo: lector de español en la Sorbona de París. En 1919 conoce en Tregastel a la que sería su mujer dos años más tarde, Germaine Cahen. En 1925 se doctora en Madrid con una tesis sobre Góngora. Obtuvo por oposición la cátedra de Literatura española en la Universidad de Murcia. En 1929 marchó de profesor a Oxford, volviendo más tarde a España como catedrático de la Universidad de Sevilla. La rebelión militar de 1936 le sorprende en Valladolid Es detenido y sufre un juicio sumarísimo por espionaje con pena de muerte. El poeta salva la vida, pero decide en 1938, salir de España. Comienza su exilio. Se marcha a Francia y después a los Estados Unidos, ocupando una cátedra de literatura española en el Wellesley College, en el puesto que había dejado su amigo Pedro Salinas. Fue también profesor visitante en diversos centros universitarios norteamericanos, en Puerto Rico, en México y en otros países hispanoamericanos. En 1957-1958 ocupó la cátedra de poesía Charles Eliot Norton de la Universidad de Harvard, donde dictó un curso sobre Lenguaje y poesía. Muere Franco y el poeta prepara su regreso a España: “Estalló entonces el acontecimiento / después de cuarenta años implacables, / a los cuarenta en punto de la Historia. / El exilio voluntario había concluido”. En 1976 se le concede el Premio Cervantes y en 1977, Jorge Guillén, regresa a España eligiendo la ciudad de Málaga para pasar los últimos años de su vida, y allí, le sorprendió la muerte el 6 de febrero de 1984.
El propio Guillén ha confesado que no pasó por el sarampión poético de la adolescencia. Alguna vez dijo: “Lo daría todo por un libro de versos”. Jorge Guillén lanza su Cántico con 35 años.
La primera edición de Cántico, como llamó Guillén a su obra, con toda la intención envuelta en la palabra, se publica por Revista de Occidente en 1928. En el año 1936 es publicada una segunda versión y en el año 1945, en México, se publica el tercer Cántico, mucho más copioso en poemas y con nuevas disposiciones de contenido. La definitiva versión de Cántico, la cuarta (Buenos Aires, 1950), contiene 344 poemas. Constituye un himno continuado de afirmación vital, un fervoroso aleluya total poético. Cada poesía es un poema de exaltación, de goce: al reunirlo forman un cántico, que crea para los sentidos un mundo aparte, una construcción pura: un orden y un concierto espiritual.
Cada Cántico se ha de mirar no como suma de poemas, sino como integración viva de una forma anterior del organismo poético. Sucede que siendo único Cántico, lo es como un ser humano que no es igual en sus diversas etapas de vida y desarrollo, aun siendo siempre el mismo.
El segundo periodo en que suele dividirse la obra poética del poeta vallisoletano, está constituido por Clamor, subtitulado Tiempo de historia, que es una trilogía formada por Maremágnun (1957), Que van a dar a la mar (1960) y A la altura de la circunstancias (1963), que prosiguen su antiguo tema, pero añadiendo un enfoque nuevo: ahora no será sólo el canto de la belleza, sino el clamor antes el caos de la historia última; la injusticia y el dolor se aúnan aquí al canto de júbilo ante el ser y su exultación. En Homenaje (1967), que constituye el tercer período de su obra, Guillén atiende en especial a la circunstancia humana del poeta: lecturas, relaciones humanas, reconsideración de toda la trayectoria vital y, en suma, legado de un canto renovado de vida y exigencia moral. Aire nuestro (1968) recoge su poesía completa, a la que se añadirán Y otros poemas (1973) y Final (1982) que agregan múltiples matices a todas las facetas de la obra anterior.
En su actividad crítica Guillén ha prologado las Obras completas de Federico García Lorca y de Pedro Salinas, y se ha ocupado de Berceo, Góngora, San Juan de la Cruz, Bécquer y Miró en Lenguaje y poesía. Otros ensayos excelentes son: Federico en persona y Semblanza y epistolario. Fue traductor de Valéry (El cementerio marino), Claudel y Cassou.
“La poesía de Jorge Guillén –nos dijo Alberti-, en aquel perfilado conjunto de su libro (Cántico), aparecía como una de las más personales de España”. Y García Lorca, sobre el riquísimo universo poético de Guillén, escribe: “Cada vez se me adentra más tu poesía limpia, hermosa (eso es). Hermosa, llena de una emoción divina, completamente conocida por intacta”.
Guillén el poeta más clásico de nuestros poetas contemporáneos cierra el balance de toda su obra, en Final, con esta aspiración: “Paz, queramos paz”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.es

¡Necesitamos vivir en paz!
Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:
FONTE: Ideal Digital - Andalucía,Spain
IMAGEM: Jorge Guillén

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