Óscar Fernández, durante un combate.
De Hamburgo a Pekín
El judoca avilesino Óscar Fernández vuelve a la selección española en el Internacional de la ciudad alemana, primer paso hacia la cita olímpica
JUDO Avilés, Juan C. GALÁN Hamburgo es la estación de salida en el trayecto de Óscar Fernández hacia los Juegos Olímpicos de Pekín. El judoca avilesino ha sido convocado por la Federación Española para representar a la selección nacional en el torneo internacional que se disputa en la localidad alemana. La competición es puntuable para el ranking europeo, clave, por tanto, no sólo para el Campeonato continental de Lisboa del próximo abril, sino también para los Juegos de la capital china.
Óscar Fernández entrará en liza mañana, junto al otro representante español en el peso de -81 kilos, Jorge Benavente, el máximo rival del avilesino en el ámbito nacional. Ambos intentarán romper la mala racha de la selección española en el peso de -81 kilos en los tres torneos puntuables que se han disputado. Y es que ni el propio Benavente, ni Javi Madera, el otro habitual en las convocatorias, han logrado puntuar en Georgia, París y Viena, los tres internacionales disputados hasta la fecha.
«Sé que es mi oportunidad de oro para dar un paso hacia Pekín. Los seleccionadores han depositado su confianza en mí para intentar variar la dinámica de la selección en mi peso y espero no decepcionarles», comentaba un entusiasmado Óscar Fernández desde el aeropuerto de Barajas, a punto de embarcar hacia Hamburgo.
El judoca avilesino, que se adscribe al Vieirosa vigués, se ha ganado a pulso su retorno a la selección española. No en vano, el pasado mes de enero alcanzaba su segundo Campeonato nacional en Leganés. Un regreso a lo grande, tras una temporada en la que optó por la modalidad de lucha sambo, en la que se proclamó campeón del mundo. A pesar de su oro, Fernández había sido descartado sistemáticamente por la Federación Española, que lo había dejado fuera de la selección en los tres anteriores torneos puntuables. Ahora, el avilesino vuelve a contar para los seleccionadores, que no sólo le han dado plaza para Hamburgo, sino también para el Internacional de Praga del 1 de marzo.
La convocatoria es el fruto del esfuerzo desbocado de Óscar Fernández a lo largo de los últimos meses. «Me he dejado el alma en los entrenamientos. Me he sacrificado a diario para intentar llegar a los Juegos de Pekín», comenta el judoca avilesino. Y es que, a sus 29 años, Fernández tiene hambre atrasada: para Sidney 2000 no obtuvo plaza, y cuatro años más tarde, una rotura de tríceps le apartó de los Juegos de Atenas. A la tercera puede ir la vencida.
FONTE: La Nueva España - Asturias,Spain
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